Junto a san Manuel (11/18)

Artículo publicado en revista RIE de noviembre de 2018

En el Sagrario encontramos la verdad

¡Hola a todos! Mi nombre es Julieta Hidalgo, tengo 37 años y nací en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina. Me dedico a dar clases en una escuela primaria, Nuestra Señora de la Paz, de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Actualmente vivo en esta ciudad junto a mi esposo, Marcelo, y mi hija Lourdes.

Desde siempre me encanta leer, escuchar música y estar al aire libre tomando mate en familia. En la parroquia del mismo colegio donde trabajo, los sábados soy catequista de adultos junto a mi esposo. Siempre he estado unida a la parroquia, ya que es ahí donde he recibido los sacramentos de iniciación cristiana, es en donde he sido catequista de niños durante varios años y ya después, junto a Marcelo, continuamos con un grupo juvenil durante 4 años.
A san Manuel lo conozco de toda la vida, ya que desde muy pequeña he visitado la casa de las hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret, en Santa Fe en donde mi tía había ingresado cuando yo era muy pequeña. Desde entonces he estado junto a ella o a través de ella conociendo la vida de don Manuel y su carisma. Además he participado de la RIE y de la preJER.

San Manuel: un modelo para mí
En cada grupo que me ha tocado de niños o adolescentes, tanto en la escuela como en la parroquia, siempre les he enseñado una jaculatoria suya que he sacado de uno de sus libros: “María, Madre mía, que hoy yo sea tu alegría y tú la mía”. Lo que más me impacta de la vida de san Manuel es cómo pudo descubrir y responder a la necesidad que Jesús sacramentado tiene: la compañía, es decir, cómo pudo dedicar tanto de su vida a remediar el abandono.
Para su canonización, dado que en Argentina los horarios son diferentes, traté de informarme y seguirlo todo por las redes sociales. Ver su imagen en grande en el Vaticano fue muy emocionante para mí.
Creo que hoy, en la realidad en que la sociedad vive, ante tanta superficialidad, la gente sigue buscando la verdad; y es en el Sagrario donde debemos buscarla, bien cerquita de Jesús. Creo que a eso nos llama con su vida don Manuel. Si compartimos unos minutos con Jesús sacramentado descubrimos cuánto Él obra en nosotros.
A los niños de la RIE me gustaría alentarlos a que sigan creciendo junto a Jesús. Sus pasitos en la vida junto a Él se llenarán de fuerza y descubrirán la verdad más hermosa: el inmenso amor que nos tiene. Me despido con el deseo de que se acerquen a Jesús sacramentado un ratito, un día a la semana, tal vez en un encuentro, pero que no se pierdan esa experiencia de sentir ustedes su compañía y Él la suya.
Finalmente, les cuento que escribo estas palabras junto a Jesús, en el Sagrario de la parroquia Ntra. Señora de la Paz.

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