Artículo publicado en revista RIE de septiembre de 2018
Entrenados para cuidar y proteger a Jesús Eucaristía
¡Hansel y Gretel llegaron al campamento! Durante tres días y dos noches los chicos se encontraron en una batalla, donde solo los valores podrían terminar con la maldad que se avecinaba. Las brujas querían robarse lo más preciado de las personas: Jesús Eucaristía. Es por eso que con la ayuda de Hansel y Gretel, los monitores y las Hermanas, los chicos se entrenaron para ser cazadores de brujas y guardianes de la Eucaristía, comprometiéndose a seguir y proteger a Jesús vivo en el Sagrario.
Divididos en grupos, fueron ganando puntos al demostrar sus valores: alegría, valentía, fuerza, compañerismo, solidaridad, agilidad y un largo etcétera. Así consiguieron acabar con la bruja, que durante la noche intentó arruinar nuestro fogón, gracias a las sonrisas y la felicidad que brillaba junto a la luz del fuego. Se crearon nuevas amistades, se reforzaron vínculos y aprendimos sobre las virtudes ¡Listos para ser defensores de Jesús en la Eucaristía! ¡Este fue nuestro campamento en Santa Fe (Argentina)! Os compartimos unas entrevistas que hicimos a los monitores:
Julián, ¿cómo ha sido esta experiencia?
La verdad que muy positiva. Me sentí bien acá con los chicos, intentaba jugar con ellos, que se diviertan conmigo. Cuando un chico se sentía mal, iba y lo invitaba a jugar, le preguntaba cosas e intentaba que se vea feliz. ¡Me gusta que se rían! He disfrutado muchísimo, tanto que me cuesta pensar qué es lo que más me gustó… Posiblemente, cuando nos sentábamos en círculos o hacíamos danzas.
Jael, ¿cómo viviste esta RIE convivencia?
Si bien tenía bastante experiencia de otros campamentos, este ha sido muy distinto porque está más metido en la religión, lo que les favorece a los chicos. Yo, por mi lado, me sentí bastante bien. Cuando era más chica venía pero como uno de los participantes, ahora es distinto. Me tocó estar a cargo de un grupo de niños, de ellos aprendí su positividad para todo. Los chicos estaban muy metidos en Jesús.
Luz, ¿cómo fue esta primera experiencia?
¡Muy novedosa!, ya que una vez participé como uno de los chicos. De entonces recuerdo que uno de los coordinadores era muy divertido y la comida siempre fue rica. Este año, en cambio, creo que me llevo un compromiso tan interesante como a veces difícil de cumplir: aprender tener más paciencia con mis hermanitos más chicos.
Enzo, ¿qué aprendiste de los niños?
Me gusta mucho trabajar con chicos y tengo algo de experiencia por los scouts y, además, de otras convivencias RIE anteriores. Es fantástico ver que siempre aprendes algo de los niños. Estos chicos son una generación de cambio, tienen más energía. No sé si es porque no son de salir mucho y son de quedarse más en la casa con la computadora o el celular. Es como que acumulan energía y cuando se encuentran en un espacio como este, con más chicos, tienden a descargar toda esa energía, a diferencia de otra veces donde los chicos salían a jugar a la pelota y demás.
Sara, ¿qué fue lo original en esta ConviRIE?
Cada grupo de chicos es totalmente diferente. Y, por eso, siempre obtienes distintos resultados, pueden reaccionar de diferente maneras y siempre lo que planificas los chicos te lo van cambiando. Los frutos los ves en el paso del tiempo. Así aprendes para ir mejorando en los campamentos y cambiando algunos aspectos. Ahora tenemos la tecnología que se puede usar como herramienta a nuestro favor. En esta ocasión, me llamó la atención que los chicos respondían bien cuando se les hacía preguntas. Tenían bien claras las ideas sobre los valores, con una religión marcada. Tenían claro lo que estábamos haciendo y los temas que hablábamos.